Exploring the E-Bike Experience: A Blend of Mountain Biking and Dirt Biking

Explorando la experiencia de bicicleta electrónica: una mezcla de ciclismo de montaña y ciclismo de tierra

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Introducción:

En una aventura reciente con mis amigos, me encontré con la necesidad de una bicicleta eléctrica para nuestra excursión de ciclismo de montaña. Para mi sorpresa, me encontré con la Rattan Sequoia de mi amigo y con bicicletas eléctricas de montaña (e-bikes). La curiosidad me venció y decidí intentarlo. No me imaginaba que esta experiencia desafiaría mis ideas preconcebidas sobre las bicicletas eléctricas y desdibujaría la línea entre el ciclismo de montaña y el motocross.

Escalada sin esfuerzo:

Contrariamente a la creencia popular, la asistencia al pedaleo de una bicicleta eléctrica no es un impulso sutil, sino más bien un motor. Incluso en el modo eco, el movimiento de pedaleo se sentía como si se accionara un acelerador. La resistencia en las bielas era mínima, y ​​la bicicleta avanzaba y subía cuestas sin esfuerzo. Nuestro grupo coincidió unánimemente en que se podía rodar todo el día sin sudar la gota gorda. Con el modo eco, nos prometieron 4,5 horas de asistencia, y después de tres horas de pedaleo, aún me quedaba alrededor del 30 % de batería. Activando el modo "Normal", alcanzamos fácilmente velocidades superiores a 32 km/h en subidas. La asistencia era tan robusta que cambiar de marcha se volvía casi innecesario. Podías ponerla en marcha suave y dejar que la bicicleta hiciera todo el trabajo, similar a la experiencia de conducir una moto de cross. Aunque todavía es posible elevar la frecuencia cardíaca si te esfuerzas, la asistencia es tan dominante que no se parece a conducir una bicicleta tradicional. Después de más de 30 millas de ascenso, sentí que podía conquistar otras 100. La moto reaccionó instantáneamente al más mínimo impulso del pedal, brindando una sensación similar a la de una moto de cross, incluso al maniobrar sobre rocas y raíces.

Sorpresas en el descenso:

Contrariamente a la idea errónea de que la asistencia de la bicicleta eléctrica se limita a las subidas, me sorprendió gratamente su rendimiento en las bajadas. Solo por diversión, la bajé por un sendero azul básico con el modo turbo activado. Iba como un rayo por las curvas cerradas y superaba sin esfuerzo las curvas que normalmente me restarían impulso. La asistencia no se limita a las subidas; también resulta muy útil en las bajadas donde es necesario pedalear.

Rendimiento y factor diversión del DH:

En descenso, la bicicleta eléctrica tuvo un rendimiento adecuado. Se sentía como una bicicleta de trail grande y pesada, muy diferente de la agilidad y el disfrute que experimento con una bicicleta de montaña convencional. Al final del día, sentí una sensación de aburrimiento que rara vez encuentro en el ciclismo tradicional. La fluidez en las subidas y la lentitud en las bajadas atenuaron parte de la euforia que suelo asociar con el ciclismo de montaña. Sin duda, fue una experiencia única y entretenida, impulsada principalmente por la novedad.

Consideraciones futuras:

¿Volvería a montar en bicicleta eléctrica? Quizás. Resultó ventajoso para nuestro viaje, ya que convertimos un día de ciclismo en uno de recuperación. Sin embargo, no elegiría una bicicleta eléctrica para un sendero de calidad a menos que previera una subida excesiva. Creo que existe un uso real para el ciclismo de cicloturismo, donde las bicicletas eléctricas pueden destacar.

Conclusión:

Mi experiencia con las bicicletas eléctricas me dejó atónito por la cantidad de asistencia que brindan. Si bien algunos afirman que la experiencia con una bicicleta eléctrica es comparable a la del ciclismo de montaña tradicional en términos de entrenamiento y disfrute, discrepo. Estos vehículos eléctricos son distintos de las bicicletas de tracción humana y se parecen más a las motocicletas. En realidad, ofrecen una experiencia de conducción completamente diferente: una motocicleta silenciosa controlada por los pies, disfrazada de bicicleta de montaña. Cualquiera que conduzca una bicicleta eléctrica y sugiera lo contrario puede tener una segunda intención. En conclusión, la experiencia de conducir una bicicleta eléctrica se inclina más hacia el ciclismo de montaña que hacia el ciclismo de montaña tradicional, y es justo considerarlas un tipo de conducción y un ciclista diferentes. Sin embargo, es importante reconocer su lugar en las grandes rutas de montaña y su potencial para las aventuras de estilo touring.